muy poco tiempo
y aún así
se produce el silencio
y aún así...
Haces
que sea fácil
y con miradas asesinas
esquivas el dolor
de una conversación.
Pero damos la espalda
y en la misma habitación
nos separa un abismo.
Sin dar la cara
espacio hasta el camino
y camino muy despacio,
por si miras hacia atrás
Y no nos queda nada...
Mientras
las voces tiemblan
y ninguno de los dos
pensamos en parar.
Puede,
tan solo puede,
que al menos esta vez
consigas entenderlo.
Espalda contra espalda
y en la misma situación
nos habla el olvido.
Sin dar la cara,
parados sin pensar
pararnos en pensar
que somos dos extraños.
Y no nos queda nada...
Y no nos queda nada.
Y nadie dice nada.
Y no nos queda nada
y nada ahora entre los dos.