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El hombre del sur que bajó la luz by Francisco Lara Sánchez is licensed under a Creative Commons Attribution-NoDerivs 3.0 Unported License.

26 febrero 2010

Si tengo que pisar cristales que sean de bohemia.

Se extrañan los tiempos de Las Alas de la Mariposa donde todo era un huracán de sensaciones entreverado de misantropía y musas. Curarse de las heridas conlleva a curarse del dolor y, sin dolor, no puedes quejarte. Quizá sea por la edad, puede que la consecuencia, es posible que la experiencia o a lo mejor por la piel curtida de estos años que han pasado deliberadamente a propósito. El principio pudo ser variado, pero el final ha terminado siendo el mismo y al final todo se limita a un tópico en gran medida.

-"El tiempo lo cura todo".

Eso decía mi abuela, mujer sabia y erudita de la vida donde las halla, pero el tiempo no lo cura todo pues no es ningún doctor. La memoria no sana y algunas heridas no se olvidan; algunas que nos hicieron, otras que hicimos y algunas que provocamos; pero todas las hemos merecido. Es así, estamos expuestos a la constante crítica de todo lo que nos rodea y, de la misma manera, nosotros criticamos en consecuencia. Es un principio básico de la ciencia: Causalidad (Causa y efecto) y ninguno está exento de ella, porque, como dijo aquel instruido hombre de traje y corbata, el desconocimiento de esta norma no te exime de su cumplimiento. Al final terminaremos siendo un producto consecuente a la repercusión, tanto kármica como física, de toda una vida. Así que, si tenemos que esperar a ese final inevitable, será mejor que lo hagamos tomando bueno vino y fumando buen tabaco. Porque ese final nos llegará a todos por muy optimistas y altruistas que hallamos querido ser y nos convertiremos en algo que nunca habíamos planeado ser.