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El hombre del sur que bajó la luz by Francisco Lara Sánchez is licensed under a Creative Commons Attribution-NoDerivs 3.0 Unported License.

24 abril 2010

La ignorancia no es la felicidad.

Buenas noches, Bada-Hell.

Hoy me ha sucedido algo curioso: navegando por una de las redes sociales más de moda del momento (y quizá la más de moda, de hecho) me topé con un grupo donde la gente se pone de acuerdo en que hoy en día faltan modales y nadie se refiere a prácticamente nadie con el debido respeto. Pues bien, no hago más que posar mi mirada en las aparentes similitudes de los comentarios de los usuarios cuando me doy cuenta de que el artífice del grupo ha pasado por una situacion traumática y, en consecuencia, ha recibido un aluvión de comentarios de ánimo, apoyo, solidaridad y demás propaganda de secta.

"A esto hemos llegado" es lo primero que ha cruzado mi mente. ¿Realmente necesita una persona mensajes de apoyo de gente a la que no verá en su vida simplemente para que se le haga más llevadero el trauma por el que ha pasado? ¿O símplemente necesita llamar la atención para sentirse querido y poder captar la atención de los ineptos internautas que rondan por legión en este vasto terreno de la comunicación?. Antes de juzgarme esperad a leer todo el artículo.

Algunos comentarios de apoyo eran bastante decentes, pero la gente es que no tiene medida para estas cosas y se podían leer cosas como "Cuando todo mi día ha sido una basura y tengo ganas de llorar sólo tengo que venir a leer estos mensajes de apoyo y me hacen sonreir". Hasta donde yo sé, la condolencia y la empatía tienen un grado, pero esto rayaba el recochineo. Había otros que, por otra parte, le encomendaban a las deidades cristianas con frases como "Entiendo perfectamente por lo que estás pasando (mis dudas al respecto, francamente) y sólo te voy a pedir un favor. Ten fé y...blablabla basura cristiana". ¿Realmente son necesarios esta clase de comentarios? Entiendo que la gente se solidarice hasta cierto punto, pero estos mensajes tan "extrema unción" creo que están de más y mucho más si es hacia una persona que, para empezar, expone un trauma en un grupo donde se puede unir cualquiera y se sume a la causa de leer su pena y su calvario y le chupe la poya como el incontable número de borregos que le precedieron.

Puede que el encargado del grupo venga mañana y diga "Pues lo cierto es que era todo mentira" y todos se quedarán con cara de idiotas y le tacharán de ser lo peor del mundo por jugar con las ilusiones y demás atributos de la gente. Si en esta tesitura nos ponemos, él también les podría decir que no les coaccionó para ponerse en ese plan de campaña de salvación, ya que ninguno de ellos se esmeró en averguar nada. simplemente acataron dogmáticamente lo que un extraño escribió con mayor o menor verosimilitud. Les estaría bien empleado, por zoquetes.

Lo cierto es que llegué a plantearme mediar en este asunto y contestar a algún que otro usuario si no le daba vergüenza escribir según qué cosas y al dueño del grupo preguntarle si con cada comentario su verga crece más para equipararse a su ego.

Aunque me contuve...

Con esta clase de gente hay que tener mucho cuidado, y me refiero a esos fanáticos (por su devoción) defensores de causas justas y nobles (según su propio criterio) que no admiten ninguna opinión que les haga replantearse cualesquiera que sean sus ideas y/o principios.