Se extrañan los tiempos de Las Alas de la Mariposa donde todo era un huracán de sensaciones entreverado de misantropía y musas. Curarse de las heridas conlleva a curarse del dolor y, sin dolor, no puedes quejarte. Quizá sea por la edad, puede que la consecuencia, es posible que la experiencia o a lo mejor por la piel curtida de estos años que han pasado deliberadamente a propósito. El principio pudo ser variado, pero el final ha terminado siendo el mismo y al final todo se limita a un tópico en gran medida.
-"El tiempo lo cura todo".
Eso decía mi abuela, mujer sabia y erudita de la vida donde las halla, pero el tiempo no lo cura todo pues no es ningún doctor. La memoria no sana y algunas heridas no se olvidan; algunas que nos hicieron, otras que hicimos y algunas que provocamos; pero todas las hemos merecido. Es así, estamos expuestos a la constante crítica de todo lo que nos rodea y, de la misma manera, nosotros criticamos en consecuencia. Es un principio básico de la ciencia: Causalidad (Causa y efecto) y ninguno está exento de ella, porque, como dijo aquel instruido hombre de traje y corbata, el desconocimiento de esta norma no te exime de su cumplimiento. Al final terminaremos siendo un producto consecuente a la repercusión, tanto kármica como física, de toda una vida. Así que, si tenemos que esperar a ese final inevitable, será mejor que lo hagamos tomando bueno vino y fumando buen tabaco. Porque ese final nos llegará a todos por muy optimistas y altruistas que hallamos querido ser y nos convertiremos en algo que nunca habíamos planeado ser.