La angosta escalera,
eterna, impávida y esquiva y dilatados pensamientos,
juega entre el bosque de serios y altos pinos.
La angosta escalera,
lenta, concienzuda, pilar de otra época,
azahar de valle, de pensamiento almohada.
La angosta escalera,
esa que sube hacia las almenaras.
Impávida, impasible al mecer del cierzo.
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